EISENIA FOETIDA
El mayor trabajo en la Lombricultura es desarrollado por la lombriz, un organismo biológicamente simple, un indefenso, humilde e incansable obrero.
La lombriz está clasificada en el reino animal como Anélido terrestre de la clase de los Oligoquetos. Vive en ambientes húmedos, es fotofobica y eurifaga es decir se alimenta de todos los restos orgánicos vegetales y animales en descomposición, siendo un excelente recuperador.
La lombriz es hermafrodita insuficiente (tiene ambos sexos, pero necesita aparearse para reproducirse). Está dotada de 5 corazones y 6 pares de riñones. En cautiverio vive un promedio de 15 años y no contrae ni transmite enfermedades.
La lombriz era conocida ya en la antigüedad como "arado" o "intestino de la tierra" (Aristóteles, primer estudioso de su anatomía), porque excava en el terreno galerías, volviéndolo poroso, facilitando la oxigenación y permeabilidad al agua.
Nuestra amiga, la lombriz, es también un eficiente "fertilizador" porque el HUMUS que produce, aumenta la disponibilidad de nutrientes aprovechables por las plantas.
Desde el punto de vista ecológico se la clasifica en:
- EPIGEAS, viven sobre la superficie del suelo, se alimentan de materia orgánica y producen HUMUS.
- ENDOGEAS, son las más conocidas, viven dentro del suelo cavan galerías horizontales y comen y fecan tierra.
- ANECICAS, viven dentro del suelo, cavan galerías verticales y durante la noche suben a la superficie del suelo alimentándose de materia orgánica y durante el día permanece en el suelo.
Los tres grupos de lombrices son sin duda el gran arado de la tierra y constituyen el elemento más importante en el rol de los EDAFOECOSISTEMAS.
Siendo las lombrices animales migratorios por excelencia, ha sido necesario para poder desarrollar la Lombricultura, que su hábito sea modificado y es así como luego de más de 14 años de proceso, su hábito migratorio fue cambiado para llegar al día de hoy en que su hábito sedentario permite mantenerla en cautiverio y poder realizar un proceso industrial en el que no solamente se la puede mantener en un criadero sin que fugue, sino que adicionalmente tenga la capacidad de vivir en altas densidades (30 a 40.000 lombrices por metro cuadrado) sin que se alteren sus efectos conductuales (2.5 Etología de la lombriz, "Lombricultura, una alternativa de reciclaje).
De las más de 8000 especies de lombrices conocidas, solamente 2500 han sido clasificadas y solamente tres de ellas han podido ser domesticadas, siendo Eisenia Foetida la más conocida y aquella que es utilizada en más del 80% de los criaderos del mundo.
Su capacidad de fácil adaptación a todo tipo de clima, y el hecho que sea eurifaga la ha hecho la favorita de los criadores y de los pescadores quienes la prefieren por su color y actividad.
Sus principales ventajas son:
- Se ha experimentado con ella en todos los países, en distintas condiciones de clima y altitud, y vive en cautiverio sin fugarse de su lecho.
- Es extraordinariamente prolífera; madura sexualmente entre el segundo y tercer mes de vida. Deposita cada 7 a 10 días una cápsula o huevo con un contenido que fluctúa de 2 a 20 embriones que a su vez después de 14 a 21 días de incubación eclosiona, naciendo lombrices en condiciones de moverse y nutrirse de inmediato. Se espera que un lombricultor con conocimientos técnicos logre duplicar la población al menos cada 90 días.
- Come con mucha voracidad, prácticamente su propio peso diario, todo tipo de desechos agropecuarios (estiércoles, rastrojos de cultivos, residuos de hortalizas y frutas, malezas, etc.). También puede comer desechos orgánicos de la industria, la ciudad, mataderos, aguas servidas y lodos cloacales.
- La digestión de los productos mencionados anteriormente produce enormes cantidades de HUMUS, que es la base de la fertilidad del suelo.
Se la ha encontrado en estado salvaje en innumerables países, lo que la hace endémica, sin embargo en este estado no sirve para la crianza en cautiverio por cuanto predomina su instinto migratorio.
La extraordinaria capacidad productiva de la Eisenia Foetida, permite al criador amortizar rápidamente su capital invertido, y encontrarse en un breve tiempo con una capacidad de utilizar los productos generados en beneficio de su actividad primaria. Dicha productividad va a depender del conocimiento técnico que el lombricultor posea ya que ello es fundamental para lograr las metas establecidas.